El pasado sábado 26 de julio, luego de la Santa Misa de las 15.00 celebrada en el Centro Misionero Santísima Trinidad, los abuelos presentes recibieron una bendición especial en el marco de la memoria litúrgica de San Joaquín y Santa Ana, padres de la Virgen María y abuelos de Jesús.
Esta memoria, que la Iglesia celebra cada 26 de julio, es una ocasión propicia para rendir homenaje a los abuelos, valorando su papel fundamental como transmisores de la fe, la ternura y la sabiduría en el seno de las familias. San Joaquín y Santa Ana nos recuerdan que la historia de la salvación también se teje en lo cotidiano, en el amor silencioso de quienes sostienen, acompañan y enseñan con su ejemplo.
Concluida la Eucaristía, el Padre Lucas Sacarías invitó a los abuelos a acercarse para recibir una bendición especial, cargada de gratitud y oración. Fue un momento profundamente emotivo, en el que la comunidad pudo reconocer públicamente el don de su presencia y testimonio.
Que San Joaquín y Santa Ana sigan intercediendo por todos los abuelos, para que continúen siendo fuente de vida, fe y amor en sus familias y comunidades.
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