En el marco de los 90 años de la fundación parroquial se realizó ayer, 25 de marzo, la coronación de la imagen de Nuestra Señora de los Remedios. Mons, Oscar Frassia ofició la Santa Misa y fue quien coronó a la Virgen.
La celebración eucarística comenzó alrededor de las 19.00. Una gran multitud de fieles se dieron cita para honrar a su Madre en una hermosa ceremonia.
El obispo de Avellaneda Lanús, Mons. Oscar Frassia celebró la Misa que fue concelebrada por el párroco, el Padre Oscar Casale; el vicario parroquial, el Padre Federico Nadalich, y varios sacerdotes invitados. También estuvieron presentes dos diáconos y seminaristas.
El Complejo educativo parroquial San Agustín estuvo representado los directivos, niños y jóvenes del establecimiento.
La coronación de la Virgen tiene como significado proclamar la grandeza de Nuestra Señora:
*Reina del Universo, no sólo en sentido metafórico sino también en sentido estricto, literal y propio.
*El fundamento principal de la realeza de María es su divina Maternidad, que la eleva y la une indisolublemente con su Divino Hijo, Rey Universal.
*María es también Reina del Universo por derecho de conquista, como corredentora de la humanidad.
*A semejanza y en perfecta dependencia de Jesucristo, el reino de María no es un reino temporal y terreno, sino más bien un reino eterno y universal: reino de verdad y de vida, de santidad, de gracia, de justicia, de amor y de paz.
*María comenzó a ser Reina en el momento mismo en que concibió por obra del Espíritu Santo a Jesucristo Rey, reafirmó su realeza por derecho de conquista con su compasión al pie de la Cruz de Jesús; la ejerció sobre la Iglesia primitiva sobre los apóstoles y primeros discípulos del Señor, y sigue y seguirá ejerciéndola eternamente en el Cielo sobre todo los seres creados.
Coronándola Reina de la comunidad parroquial, los fieles del pueblo, proclaman el reinado de María, en particular sobre los corazones de los hijos de esta tierra y su misión filial.
Oración a Nuestra Señor a de los Remedios
Señora y Madre Nuestra,
nosotros tus hijos y hermanos de Jesús,
confiados en tu intercesión,
queremos pedirte por nuestras necesidades,
Remedia los males que pueda haber en nuestras familias,
en nuestros ambientes, en nuestros corazones.
Tú que fuiste la primera discípula misionera de tu Hijo,
enséñanos a imitarte en la escucha de la Palabra de Dios.
en la fidelidad plena, en la disponibilidad generosa,
en la entrega constante de nuestras vidas
ante quien se encuentra necesitado,
mostrándole el rostro compasivo de Jesús
que nos amó hasta el extremo.
Posa tu mirada sobre nosotros
como hiciste sobre el Señor
en cada circunstancia de Su vida
y muéstranos el camino para saber decir sí a la voluntad de Dios,
manteniéndonos de pie.
Ruega por nosotros, pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte
y atrae hacia nosotros la misericordia del Padre.
Amén.
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