La Procesión del Encuentro, organizada por la Parroquia Nuestra Señora de Itatí, marcó el final de la semana Santa.
A las 9.30 de la mañana fueron convocadas dos procesiones paralelas. De la Capilla Nuestra Señora del Rosario, ubicada en la esquina de la Av General Hornos y Ginibra, salió la imagen de la Virgen de Itatí con un manto negro en luto por la muerte de su hijo. Los fieles que acompañaron la imagen de la Virgen dolorosa pudieron evocar el sufrimiento de María que en medio de su dolor, no está desesperada. Sufre mucho, muchísimo. Pero no ha perdido el rumbo. En su corazón reinan la paz, la fe y la esperanza. Ella sabe que la promesa, que cada palabra de Cristo, se cumplirán. El secreto de María está en esa actitud que nos repite el Evangelio de Ella: María lo guarda todo y lo medita en su corazón. Es la constante de su vida. El Evangelio nos transmite muy pocas palabras de María, pero nos presenta en cambio muchos silencios: María escuchando, María contemplando, María esperando, María presente, acompañando a su Hijo. El grupo parroquial Legión de María, se encargó de custodiar la imagen durante la procesión. A lo largo del recorrido se rezaron los Misterios del Santo Rosario y se entonaron cánticos a la Virgen.
De la Capilla El Salvador, ubicada en Av rodríguez y Murature, salió la imagen de Jesús resucitado. A lo largo del camino los fieles dieron testimonio de la alegría de seguir a Cristo, entonando cánticos y oraciones. El domingo de resurrección constituye el acontecimiento pascual como "El Día del Señor". Este es el Domingo que da sentido a todos los domingos del año. Es el día del triunfo del Señor. La Resurrección de Jesús es un acontecimiento absolutamente único y trascendente, sin embargo se inserta en nuestra historia humana y la afecta a través de un conjunto de sucesos históricamente comprobables que fueron manifestaciones del Resucitado y por tanto de la Resurrección. El Domingo de Resurrección es la fiesta más importante para todos los católicos, ya que con la Resurrección de Jesús es cuando adquiere sentido toda la religión cristiana. Esta procesión fue acompañada por el párroco, Arturo Saiz Santos y precedida por el camión de los bomberos de Villa Centenario, quienes también portaron la imagen del resucitado durante largos tramos del recorrido.
Luego de una hora de peregrinación, se produjo el esperado encuentro entre Jesús resucitado y su madre dolorosa en la plaza Eva Perón. A la Virgen le fueron quitadas las vestiduras de duelo. Numerosos fieles presenciaron este encuentro y prorrumpieron en un jubiloso aplauso acompañado de cantos de resurrección.
A continuación, alrededor de las 11.30, se celebró la Misa Solemne en la misma plaza, en la cual se encendió el cirio pascual, que simboliza a Cristo resucitado, luz de todas las gentes.
Éste es el día de la esperanza universal, el día en que en torno al resucitado, se unen y se asocian todos los sufrimientos humanos. En la Resurrección la vocación cristiana descubre su misión: acercarla a todos los hombres.
El Domingo de Resurrección, es el día en que Jesucristo resucita después de la crucifixión, va al encuentro con sus apóstoles y luego sube hacia los cielos, también es la finalización de la Semana Santa.
El hombre no puede perder jamás la esperanza en la victoria del bien sobre el mal. Por esta razón los cristianos con gran júbilo celebran este día la Misa Pascual del Domingo de Resurrección.
Luego de las lecturas de los fieles, el párroco proclamó el evangelio según San Juan en el que se relata el hallazgo del sepulcro vacío por parte de Juan y Pedro.
Luego de la Homilía, comenzó la liturgia de la Eucaristía. Jóvenes de la comunidad presentaron ante el altar del Señor las ofrendas de pan y vino.
Una vez más se realizó el memorial perpetuo de la Pasión de Cristo, por medio del rito de la consagración, tras el cual los fieles anunciaron la muerte del Señor y proclamaron su Resurrección. Cristo, el Señor Resucitado, hace participar a sus discípulos de su Cuerpo y de su Sangre, como memorial de la Pascua.
Luego del Padre nuestro, la oración enseñada por el Maestro a los apóstoles, Jesús resucitado presente en la Sagrada forma fue distribuido en la comunión.
La celebración concluyó con una Bendición solemne y un saludo pascual por parte el párroco, Arturo Saiz.
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