Nuevos monaguillos, servidores en el altar en las Capillas de la Parroquia Nuestra Señora de Itatí

La Parroquia Nuestra Señora de Itatí acogió con alegría a los nuevos monaguillos oficiales que recibieron la imposición de túnicas durante el mes de noviembre.

Estos niños se prepararon a lo largo de todo el año con reuniones semanales, durante las cuales aprendieron cómo servir en el altar y conocieron con mayor profundidad la importancia y el valor de la Santa Misa.

Tres Capillas de la Parroquia de Itatí tuvieron la dicha de recibir a los nuevos servidores del altar. El sábado 19 de noviembre tres niños recibieron la imposición de túnicas en la Capilla Nuestra Señora del Milagro, el domingo 20 lo hicieron cuatro niños de la Capilla Inmaculado Corazón de María y finalmente el sábado 26, 2 niños de la Capilla San Cayetano.

Las tres celebraciones fueron presididas por el padre Luis César Lezcano, vicario parroquial. Durante la homilía, el padre destacó la seriedad y el esmero con que los candidatos se prepararon a lo largo del año. Los dos colores de la túnica, señaló, indican tienen dos significados. Por un lado, el blanco y el rojo simbolizan el cuerpo y la sangre de Cristo que se entregan en el Altar. Por otro lado el blanco de la túnica constituye un signo de pureza. Los monaguillos deben ayudar en el altar con un corazón limpio y puro. El servicio del altar es un compromiso que implica responsabilidad por parte del monaguillo. En tanto que el color rojo simboliza la sangre del martirio. Los monaguillos deben tener el deseo de entregar su vida por Jesús Eucaristía, siguiendo el ejemplo de su Santo Patrono, San Tarsicio, quien defendió a Jesús hasta derramar su sangre.

Luego de la Homilía, los niños realizaron las promesas de fidelidad en su servicio al altar. Luego fueron revestidos con la túnica oficial. Cada niño tuvo un padrino (un monaguillo oficial, recibido años anteriores), quien le ayudó a revestirse.

El monaguillo debe ser ante todo un cristiano que ora y tiene vida interior. Deden seguir el ejemplo de su patrono, quien fue también monaguillo.

San Tarsicio era un ayudante de los sacerdotes en Roma. Después de participar en una Santa Misa en las Catacumbas de San Calixto fue encargado por el obispo para llevar la Sagrada Eucaristía a los cristianos que estaban en la cárcel, prisioneros por proclamar su fe en Jesucristo. Por la calle se encontró con un grupo de jóvenes paganos que le preguntaron qué llevaba allí bajo su manto. El no les quiso decir, y los otros lo atacaron ferozmente para robarle la Eucaristía. El joven prefirió morir antes que entregar tan sagrado tesoro. Cuando estaba siendo apedreado llegó un soldado cristiano y alejó a los atacantes. Tarcisio le encomendó que les llevara la Sagrada Comunión a los encarcelados, y murió contento de haber podido dar su vida por defender el Sacramento y las Sagradas formas donde está el Cuerpo y la Sangre de Cristo.

Capilla Nuestra Señora del Milagro

Sábado 19 de noviembre

Capilla Inmaculado Corazón de María

Domingo 20 de noviembre

 

Capilla San Cayetano

Sábado 26 de noviembre

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